Gabriela Trejo
Aquello que duerme en mí
es fruto de todas las cosas;
lo que mis ojos ven,
lo que mis manos tocan,
son recompensa sembrada por otras manos,
por otros ojos que a su vez duermen en sí;
duermo en el universo,
presente y eternidad al tiempo,
con el aire que respiro,
el árbol que acaricio,
las buenas gentes que están conmigo.
Soy acción y entrega,
mundo que acontece y no huye.
¡Fluyo río de las cosas!
7 comentarios:
Me descoloca un poco cómo está utilizado el verbo dormir en este poema. Si el final del poema se reafirma en la acción y en ese fluir como río... entonces ese dormir de las cosas que duermen en el poeta y ese dormir en el universo... quizá se entiende como relajación, como aceptación placentera de lo que se recibe y lo que se da. Y de la comunión con la naturaleza y el universo. QUizá.
Vivimos encadenados y como dice Jorge Drexler en una de sus canciones, todo se transforma. Somos parte del mismo engranaje, tal y como expresas en esta ocasión, con bellas palabras.
Besos desde mi orilla.
Es tan bello que parece una oracion
saludos brujos
el río que no volvemos a pisar. el otro. nosotros. el yo-tú. todas las cosas.
un saludo.
Todos venimos del mismo residuo estelar. Todos somos el universo, vagando juntos. Aunque a veces no lo parezca.
Puede que lo que tus ojos ven y tus manos tocan sean recompensas sembradas por otras manos, pero tus poemas son nuestras recompensas
Saludos.
Hoy tu poema parece no tener límites: universo, eternidad... todo un "fluir" de palabras.
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