Gabriela Trejo
Dejad que viva de la ensoñación,
quiero ser libre.
Miradme con otros ojos,
no seáis laberinto opaco.
Con vosotros quiero jugar,
puntear a la pata coja los planetas.
Sacudid las entrañas,
sed dioses de vosotros mismos.
Tomad en la balanza un trozo de cielo,
y de otro un gramo de infierno.
Y de amor escondido,
cuidad de los dioses exiliados.
Ellos más que nadie y Universo
saben del mundo sin raíces.
4 comentarios:
Me es grato estrenar hoy los comentarios para decir que me fascina el mundo de los sueños. Allí soy yo libre, yo sin tapujos, yo de verdad. O eso creo.
Sé que tu poesía filtrea constantemente con el mundo onírico y por eso no deja de sorprenderme y de llamarme la atención.
La referencia última a los dioses y a ese otro "dios", Universo, que no saben de raíces, me parece un acertadísimo final de poema.
Enhorabuena.
Todos necesitamos un poco de libertad entre nuestro propio encierro y limitaciones impuestas...
Me encantó.
máscaras de impiedad. eso es el mundo sin raíces.
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