Qué jóvenes son las horas en el mediodía,
qué despiertas están las manos y cuán ágiles los dedos,
cómo los ojos colaboran desde el universo que es infinito
/cuerpo.
En el mediodía soy de profesión explorador,
un invidente con los ojos bien abiertos
sin brújula para desorientarse,
analfabeto lector de mapas y estrellas.
En el mediodía las horas son jóvenes,
no hago, ni gano, ni pierdo tiempo,
soy vigilia dormida y espalda desnuda
bajo el cielo abrasador de tu cuerpo.
En el mediodía acabo melancolía,
riachuelo de agua fresca,
junco que el viento mece
hasta besar la tierra.
1 comentario:
En el mediodía el sol se asoma, sin querer doler ni molestar...
Un saludo.
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