jueves, 14 de abril de 2011

CUANDO LAS HOJAS NO CAIGAN EN SEPTIEMBRE

Cuando mis manos sean lluvia en tu rostro
y los ojos nubes quietas en el cielo azul,
entonces pensaré que tal vez llegue septiembre;
sucederá al contrario que la hoja del calendario,
las hojas nunca caerán del árbol que he plantado.

Sucederán más cosas en el cielo,
como lo harán en el mar y en la tierra;
sucederán los días de mudanza,
la melancolía en las flores,
el bello canto de los pájaros y
el amor después del mediodía.

El viento sensible mecerá las hojas
de este árbol mío;
levantará las huellas del camino
que dejaron en el olvido zapatos crujientes;
livianas ascenderán adonde mis ojos de nubes
                                                         /quietas,
serán entonces almohadas donde descansar
a la luz del día.

1 comentario:

David P.Montesinos dijo...

Hola, Jose, deja de habitar por un rato las alturas del Parnaso y disfruta descendiendo conmigo al fango de la caverna. Entra en mi blog, hablo hoy de algún buen amigo tuyo.