Desnudo sobre mojado,
recorto sudokus y crucigramas,
vagabundas sopas de letras
que alimentan este cuerpo frío.
No llueve,
el cielo está nublado.
Eso predijo el hombre del tiempo.
Quedó escrito en ojos, dedos y manos,
en pantalones vaqueros y camisa Dior.
Mañana, seguramente, volverá a adivinar el tiempo;
contorsionará las palabras como si fueran mecanos;
dejará huellas invisibles en los catarros fugaces de las gentes,
y pintará la tierra de duelo y antifaz.
Temo que lo despidan en este medio invierno,
entregado como está a la suerte de los vientos,
presiento entonces que ya no será presente,
ni tan siquiera tiempo, ni cuento de nunca empezar.
1 comentario:
Qué sería de nosotros sin conocer el tiempo. Tu tiempo... nuestro tiempo... el tiempo que hará mañana...
Un poema para la reflexión.
Besoss
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