lunes, 1 de noviembre de 2010

BADALONA ESTACIÓN, 13:16

Desnudo sobre mojado,
recorto sudokus y crucigramas,
vagabundas sopas de letras
que alimentan este cuerpo frío.

No llueve,
el cielo está nublado.

Eso predijo el hombre del tiempo.
Quedó escrito en ojos, dedos y manos,
en pantalones vaqueros y camisa Dior.

Mañana, seguramente, volverá a adivinar el tiempo;
contorsionará las palabras como si fueran mecanos;
dejará huellas invisibles en los catarros fugaces de las gentes,
y pintará la tierra de duelo y antifaz.

Temo que lo despidan en este medio invierno,
entregado como está a la suerte de los vientos,
presiento entonces que ya no será presente,
ni tan siquiera tiempo, ni cuento de nunca empezar.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

Qué sería de nosotros sin conocer el tiempo. Tu tiempo... nuestro tiempo... el tiempo que hará mañana...

Un poema para la reflexión.

Besoss