Gabriela Trejo
I
Muerdo las flores y muero,ellas que son vida me dan la muerte.
Me gusta morir así,
entre las flores vivificado,
desnudos los ojos de tu luz.
II
¡Oh sombra que vienes en la noche!
¿Acaso eres tú, solitaria y helada?
Ven a mí,
hazme tuyo.
¡Clava la estaca en este corazón,
y de sus entrañas saca de mí
el delirio de un gemido!
III
Vivo y muero
simplemente,
enterrado en este féretro de flores
embriagado mundo, dulcemente.
4 comentarios:
mmm la muerte dulce casi que la imagino entre sueños y no entre flores, qué curioso.
Conozco de esa oscuridad que tratas, de la misma que apaga los ojos que un día incendiaban las calles. Qué jodido, pero veo que también te mueves entre aromas y esto es bueno.
A mí las flores me duelen tanto, querido amigo de las letras... Debo confidenciarte en esta complicidad que tenemos que lloré muda por ellas durante años, pidiéndolas, extrañándolas... Yo, que las imploré hasta el desgarre, y él, que las ultrajó hasta el hartazgo regalándolas a otra... Por eso me duelen tanto, tanto las flores... Me sacaste un par de lágrimas. Auch.
que jodias son la sflores vevenosas¡¡¡jajaj , ahora en serio bonito relato y la toma me parece sugerente
"Muerdo las flores y muero". Me gusta este inicio de poema y la imagen que se me representa.
Vida que es muerte.
Muerte placentera
Dulce contradicción.
Siempre sugerente.
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