
Más allá, ¿qué quedará en el cielo raso?
La vida que desconozco,
la vida que nunca he tenido.
Quedará su mano,
me arropará cuando llegue la noche.
Lavará mi rostro en el espejo
a la llegada del día,
frente al viento.
Y sólo así no seré hoja
ni azar escondido.
Vendrá a mí,
fingirá la sangre nueva
que corre por los ríos de su mano.
Será así como la nueva primavera
sea el barro, y anclados los pies crezca.
Fotografía de Henri Cartier-Bresson
5 comentarios:
Para dejar hacerse al barro hay primero que irlo modulando, ayudándote de las tuyas propias, tus manos.
Si queda su mano, queda la ilusión. Más allá de tí ella estará contigo. Me gustó, al igual que esa imagen tan bella.
Besos desde mi orilla.
A veces una tiene la sensación de que andamos por la vida con eterno desencanto, precisamente por la conciencia de esa "vida que desconozco", esa "vida que nunca he tenido". Por eso es bueno pararnos y reconocer lo que hemos tenido, el recuerdo de lo que tuvimos, ese "quedará su mano", no como un consuelo o un conformarse, sino como una manera de ser justo/a ante la vida que tenemos.
Eso es lo que me ha inspirado tu poema de hoy.
Como siempre, gracias por tus comentarios y enhorabuena por tu forma de escribir.
Un abrazo
Me suena a esperanza... a reivindicación... Es muy hermoso. Y coincido con María, la imagen complementa muy bien.
Besos y saludos cariñosos, José Luis!
Es muy bonito todo lo que escribes,me imagino que tendras alguna buena fuente de inspiracion,recuerda que no hay mas ciego que el que no quiere ver,el verdadero amor nunca se olvida,recuerdalo siempre.tq,suerte en todo lo que hagas.
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