domingo, 21 de octubre de 2007

HUESO Nº 118


Como alma de fotografía desenfocada
los ojos del hombre, ya rojo vapor,
despiertan al sentimiento dormido.

Ve a la niña que a ciegas busca a su madre,
lejos del olvido presente,
la madre que ya no está y que no mira.

Traje de ceniza,
el hombre mira sus propios huesos,
cree en la resurrección.

Alma es sin conciencia,
engañado en su propia felicidad
me mira y en sus ojos no significo nada.

Nada,
ni siquiera fuego, ni humo, ni nube
que sopla el viento, lejos de aquí.

Fotografía "La otra cara de Auschwitz"

7 comentarios:

Ana dijo...

Siempre he pensado que la indiferencia es lo peor del mundo, creo que ninguno de nosotros estamos preparados para afrontarla.

Maria Coca dijo...

Triste... Muerte y pérdida... Esta nada resulta trágica.

Besos desde mi orilla.

Mallén dijo...

He pasado por aquí muda y silente; hoy me resultó imposible... me dio un escalofrío, y eso que se esperan 31 grados para un par de horas más.
Fuerte y crudo, pero elegante y respetuoso.
Saludos, José Luis.

Mallén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tris dijo...

"Alma es sin conciencia,
engañado en su propia felicidad
me mira y en sus ojos no significo nada."
Blanco, negro, gris...
Clarooscuro, casinegro...
tristeza olvidada de la memoria guardada.

:(

Anónimo dijo...

La foto es ciertamente escalofriante, a poco que lo pensemos bien, pero como deducimos de nuestra común lectura de Hanna Arendt, el mal vive rodeado de una misteriosa nube de banalidad. Pensemos en cualquier caso en las sonrisas de los españoles de postguerra, mientras el franquismo completaba una atroz labor de exterminio ya a sangre fría y a oponente cautivo y desarmado, pensemos en las penas de muerte cumplidas, en la foto de los sonrientes de las Azores a punto de perpetrar una de las mayores catástrofes de nuestro tiempo... pensemos y tomémonos sonrientes una coca cola como estos verdugos.

Curiosidad morbosa, ¿por qué has quitado un comentario? ¿hay censura en tu blog, josé luis?

David

Mallén dijo...

Al curioso morboso... el comentario era mío, y decía lo mismo. Pasa que tenía varios sitios abiertos ese d+ia y sin quererlo envié dos veces la misma información... y no me gusta andar siendo reiterativa, menos en un espacio como este.
Saludos, José Luis...