martes, 16 de octubre de 2007

CUERPOS DE AMOR Y VIDA


Cierran los ojos las estrellas,
echan el cierre las persianas del amor,
en ellas alguien escribió:
"nada queda en vida de aquellos árboles
que un día nos vieron nacer y morir"

Cierran mis manos aquellas manos
de sombras olvidadas, hábito nuestro
de una vida fingida que nunca despertaba
y siempre soñaba, jóvenes amantes, amor
de acantilado bañado en torrentes de espejo.

Cierran los cielos por traspaso
ya sin nubes en el corazón de las mudanzas,
y al raso duermen nuestros ojos resecos,
ebrios de colirio por gotas de azahar ausente.
Pero ¡ay! nadie nos dijo que...

Cierra el Tiempo todo cuanto comienza.
Ese es su destino escrito o no en los libros
en la tierra que el viento lleva,
en las estrellas, en los desiertos de aromas,
en los cuerpos de amor y vida.

Fotografía de Luc ten Klooster

4 comentarios:

Ana dijo...

Yo solo espero que después de cada cierre haya posibilidad de una nueva apertura. Se dice por ahí que todo tiene solución menos la muerte por lo tanto hay que hacer por mantenerse viv@.
Muy reflexivo este poema aunque "encierra" también cierto aire ahi de nula esperanza. El tiempo va a pasar por nosotros de todas formas, hagamos lo que hagamos... entonces...¿para qué preocuparnos? sin embargo, siempre terminamos haciéndolo quizá por no concebir de una vez que se nos escapa sin remedio...no lo sé.

Maria Coca dijo...

El tiempo todo lo concluye... Todo se cierra pero también se abre otro camino,otro mundo, otra vida. Todo es pasar, como dijo el poeta.

Besos desde mi orilla.

carlota dijo...

Y a mí que me cuesta tanto entender que todo tiene principio y FIN...
De eso nos dolemos?
Se dice que todo final lleva la ilusión de un nuevo principio.
Pero también está ese momento del tiempo, o fuera de él, que no implica principio ni fin, sino meramente estar.
Un abrazo

Manuela Fernández dijo...

Sí, el tiempo es un umbral con una sóla puerta que sirve tanto de entrada como de salida.