miércoles, 8 de mayo de 2013

PRESENCIA

No sé el motivo, no sé la razón,
no sé el por qué de este frágil sueño,
ni por qué el leve viento me despierta
en la noche, cuando todos duermen
y yo,
yo respiro.

Es madrugada mayo,
y de nuevo gozo con la sorpresa,
como la sonrisa de un niño
en brazos de su padre
que lo mece con moderado viento.

¿Por qué?
¿Qué maravilla es esta de la vida
que uno abre los ojos y ve luz en
la oscuridad y oye música en el
silencio?

Puedo contar los corazones,
los versos escritos en la pared
que mis ojos ven, y que palpitan
queriendo amar, queriendo ser plenitud,
milímetro a milímetro, respirando.

Puedo saber la razón de este desvelo,
llevar la mirada y encontrarla en todas
las cosas, en todo lo que hago y siento,
en los buenos días y en las buenas noches,
en la plenitud de tu amor en cada soplo.


No hay comentarios: