Alza los ojos
y mira al cielo,
cuenta las nubes
y preguntate:
¿adónde irán?
¿qué viento las soplará?
Crece como los ríos,
sé agua de mar,
nube en el cielo,
y preguntate:
¿adónde iré?
¿qué viento me soplará?
Simplemente haz lo natural,
como la alegría del hijo,
o la primera sonrisa,
que hay que cuidar,
porque nada es nada,
porque todo es todo.
1 comentario:
porque nada es nada,
porque todo es todo.
Hermoso broche final para este bonito poema...
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