Para mis ojos archipiélagos,
caminos, oleajes en aguas errantes,
espejo que miro,
el llano que alcanzan a recorrer mis manos.
Abro, cierro, vuelvo a abrir los ojos...
resbalan los mares, el viento y la nieve,
y mi cuerpo desnudo de ellos hace uno,
fundido en un beso sin principio ni final,
como un naufrago sin ojos en una isla.
5 comentarios:
Sin principio ni final... qué hermoso sería...
Un abrazo.
La imagen del espejo como reflejo y como fusión con el entorno. Identidad total.
El poema nos trae el movimiento de las olas y el olor del mar.
Hola. Felicidades por tu blog. Nos hacemos eco del mismo en La Esfera:
http://programalaesfera.blogspot.com/2010/01/el-gato-poeta.html
Un Saludo.
Ojos de archipiélago... y un náufrago sin visión. Maravilloso, José Luis... Un abrazo. Estoy de vuelta.
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