viernes, 15 de enero de 2010

MATINAL




Para mis ojos archipiélagos,
caminos, oleajes en aguas errantes,
espejo que miro,
el llano que alcanzan a recorrer mis manos.

Abro, cierro, vuelvo a abrir los ojos...
resbalan los mares, el viento y la nieve,
y mi cuerpo desnudo de ellos hace uno,
fundido en un beso sin principio ni final,
como un naufrago sin ojos en una isla.

5 comentarios:

Máster Creación Literaria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maria Coca dijo...

Sin principio ni final... qué hermoso sería...

Un abrazo.

carlota dijo...

La imagen del espejo como reflejo y como fusión con el entorno. Identidad total.
El poema nos trae el movimiento de las olas y el olor del mar.

FranCCø dijo...

Hola. Felicidades por tu blog. Nos hacemos eco del mismo en La Esfera:

http://programalaesfera.blogspot.com/2010/01/el-gato-poeta.html

Un Saludo.

Mallén dijo...

Ojos de archipiélago... y un náufrago sin visión. Maravilloso, José Luis... Un abrazo. Estoy de vuelta.