miércoles, 30 de diciembre de 2009

DESDE UN TREN DE CERCANÍAS




Éste es el camino,
a este lado están los árboles,
a este otro tierra y barro.
Las manos no se extienden,
permanecen en el cobijo del abrigo,
y yo camino como vía de un tren.

Dibujo letras en los ojos helados,
nombres de ciudades y mujeres soñadas,
trazo la silueta de una mano, la mía,
¿helada? ¿dura? ¿blanda...?
se deshace contra mi voluntad,
y nada queda de su sentido.

Éste es el camino,
hierro como la seda,
árboles como el barro,
manos que son ojos,
helados en el cristal
en esta fría mañana.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

Los trenes siempre logran que nuestra imaginación vuele.

Feliz año.