miércoles, 2 de julio de 2008

DESPUÉS DE LA TORMENTA



Esto que ahora tus ojos leen ya no soy yo
es viento en tus manos transformado,
imágenes y semejanzas de barro.

Todo lo que escribo ya no es mío,
huye como el pájaro ante la tormenta
buscando el cálido sol o el dulce refugio,

o tal vez otras tormentas en otros ojos
resignados a la fuerza de la costumbre;
así es creación en este blanco jardín.

¿Qué serán de estas letras ya caídas
del árbol de la inocencia? El viento
a dónde las llevará, qué ojos las arroparán.

Quedará a lo lejos el eco de uno mismo,
y más allá el eco del mismo eco,
y así será que crezca como el árbol da vida.

3 comentarios:

carlota dijo...

... llega la calma. Eso dicen.
Original la foto de referencia a esas "Flores" de enero.
Y sí, todo evoluciona, todo es cambiante. No era alguno de los filósofos presocráticos quien decía que nunca cruzamos dos veces el mismo río?
De todas formas, a mí me sigue desesperando esa instalación perpetua en el cambio. Tengo vértido.
Un abrazo muy veraniego

carlota dijo...

GLups!! Error tipográfico: donde dije "vertido" quería decir "vértigo".

Ana dijo...

Qué recuerdos me trae la melodía que compone este poema. Muy bueno.