Vuelvo a tus pies de arena ¡oh fondo de mar!,
dormidos ya despiertos los dedos,
prestos para el desembarco y la entrega,
a esta vida que como la muerte no es nada.
Este hombre sufre porque su muerte se apaga
como se va la vida; así se mira en el espejo.
Tiene su rostro ondas de mares navegados,
rastros invisibles en los siete mares, noches
de lunas quebradizas, estrellas infinitas.
Es el espejo quien lo mira, no es él.
Ya nada queda, sólo lastre que soltar;
otra vez aquel hombre desnudo, feliz,
vuelve a tus pies de arena ¡oh fondo de mar!
Ilustración de Francid L. Ruiz.
4 comentarios:
Este poema me lleva a esa teoría de que venimos del mar, de que el origen de la vida parte del fondo del mar. Y allí volvemos, tal vez.
Y vida y muerte como dos caras de la misma moneda, de un ciclo inevitable:
"a esta vida que como la muerte no es nada".
Un abrazo
Volver a tus pies de arena...polvo eres y en polvo te convertirás...
Una hermosa manera de describir el ciclo de la vida.
Saludos.
Es triste pero la vida es así: tal como venimos un día, otro nos vamos. Y hay que asumirlo.
Saludos.
¿acaso es posible evitar las huellas que va dejando en nosotros el tiempo?
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