Gabriela Trejo
Viajamos tiempo a través
en alfombras solitarias,
con los pies desnudos
y vestidos con el viento puesto.
Viajamos con la lámpara de Aladino,
agua de vivir de mares y océanos,
trasiego de tu pecho caliente.
Viajamos sin plano en el bolsillo,
sólo nuestros sueños callejeros,
los hilos de encanto fino.
Viajamos como jinetes
que aman la tierra y el cielo,
las tormentas y los mares.
Viajamos,
ya tus ojos entran en mí
y asemejo amor.
4 comentarios:
caminantes, entonces, josé luis.
Viajeros que vuelan o nadan pero siempre en movimiento. Hermoso poema, repleto de magia y encanto, como la imagen que acompaña.
Besosss
Leo una libertad o un deseo de libertad bestial en cada verso.
Y me paro en el último verso. Ese "asemejo amor". Me he quedado dándole vueltas. No es lo mismo ser que estar, o parecer o asemejar...
Otro abrazo
Qué bonito Jose Luis, creo que quizás no hay nada más bello (y de la relatividad de la belleza ya se sabe...) que la mirada del ser amado, creo que no hay otra inmensidad comparable, me gustó mucho la composición que hiciste.
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