Gabriela Trejo
Ya vienen a lo lejos.
Por el llano de piedras
cabalgan pasos de agua.
Vendrán aquí, al techo
de esta vieja casa.
Y tímidos se entregarán.
Caerán finos en madejas
de oro negro desvelado,
tan metal entre las brasas,
sin auxilio alguno, sólo amor.
E inevitable seré presa de
su inocencia y osadía. Y así
se irá borrando de mí,
¡oh helado terror!,
lo que de mí queda de vida.
Cautivo de la edad y del tiempo,
descansaré a pie de los volcanes,
en las lunas donde sé que ella se mira,
juega y me mira, me mira y se ríe.
E inevitable me daré por vencido.
5 comentarios:
"Cabalgan pasos de agua" - me encanta.
Saludos
Suena a Apocalipsis, a fin. Pero también a descanso. Último verso: me daré por vencido.
Y sí llama la atención la metáfora "cabalgan pasos de agua". A mí también me gusta mucho.
Seguimos. Un placer, como siempre.
Precioso, divino, qué buen presagio y qué forma de rendirse más auténtica!
El agua salpica, no lo olvides, y la luna ¿qué decir de la luna que no esté dicho?
La imagen esta vez mencantó con esos azules.
Espero que no te des por vencido, y sigas escribiendo sobre ello.
Un saludo y espero que puedas visitarme.
Qué curioso... a través de este poema es como si dieras una vuelta en círculo entre el amor y el temor. Comienza con cierto terror pero termina con alegría.
Felicidades.
Besos desde mi orilla.
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