
Como humo fugitivo,
sin destino,
nada sé ni nada he visto
de aquello que llaman felicidad.
No quiero insistir en ella,
habita en el estado invisible
donde los sentidos apenas tocan;
lo contrario es engañarme.
¿Necesito hacerlo?
El engaño es la verdad de muchas vidas,
el equilibrio imperfecto,
el terrón de azúcar a primera hora de la mañana.
Fotografía de Giovanni Marrozzini
7 comentarios:
Desde luego la felicidad más allá que cualquier otra cosa es un estado de ánimo y al igual que el humo, va y viene.
Aunque un@ amanezca ya vestido de engaño busca (a pesar de todo) ese estado que no es ni más ni menos que la acumulación de sentidos dentro del bienestar. Lo semejaste al dulce azúcar pero antes de probarlo creo firmemente que ha de entrar por los ojos...
A vueltas con la felicidad, la gran desconocida. Existe? Hablas casi de un mito, "habita en el estado invisible".
Yo también creo que "el engaño es la verdad de muchas vidas". O todo es simplemente cuestión de caracteres, de estados de ánimo, de tendencia al pesimismo o al optimismo? QUizá lo único que cuente, sea engaño o verdad, es el efecto que produce en cada uno.
Te felicito por estos tres últimos poemas.
Así es: el engaño nos ayuda a sobrevivir y a vivir en esta realidad. A veces vivir así es la única forma de vida posible.
Me encantó este poema.
Besos desde mi orilla.
el engaño, el equilibrio imperfecto... la necesidad abstracta de creer que algo es posible cuando nos debilita la propia imposibilidad.
Yo no creo que la felicidad se pueda encontrar desde el engaño hacia uno mismo, eso sólo sería una creación de nuestra mente que nos traería frustración y más infelicidad todavía, es más, nos imposibilita seguir buscándola.
Sólo es posible encontrar la felicidad mirando desde la perspectiva de la realidad, haciendo frente a la vida, que se dice.
Patética esa costumbre de disfrazar lo cotidiano y la calma comprimida del ropaje de la alegría, no? la felicidad entrega paz. Lo demás no son sino placebos.
Coincido con María Coca.
Pues si, el engaño es lo que mas nos duro...y aún así extraño la dulce caricia de tus mentiras recorriendo cada parte de mi ser porque esa esparte de nuestra verdad muerta...
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