
Lo presiento,
la tempestad crece en mí.
Mi sueño vivido de hoy,
el paseo por la Rambla,
tu voz de agua,
es cauce de río, ahogado
en la planicie de la nada.
Crece y no duermo,
sueño. Abro la ventana
y me entrego, camisa abierta,
al viento. Muero y vivo en él.
Me toma así la tormenta,
amor de naturaleza que crece
e ilumina barro de hombre,
manos, dedos, yemas...
...fugaz,
hasta el mundo que ya no existe.
Fotografía de Vernon Trent
8 comentarios:
Fugaz hasta mi sombra este día...
Es realmente bueno.
Un beso.
Un poema onírico, plagado de imágenes hermosas y fugaces... "hasta el mundo que ya no existe".
Me encantó José Luis. Sigue abriendo tu ventana.
Besos desde mi orilla.
presentimientos, sueños... una realidad para nuestros sentimientos como la misma vivencia.
Un saludo
Un paisaje urbano, singular como este, tambien cuenta con su trocito de alma. Saludos desde fotos brujas
Un paisaje urbano, singular como este, tambien cuenta con su trocito de alma. Saludos desde fotos brujas
El mundo onírico, la entrega al azar, al viento... y ahora a la tormenta que crece en ti, dices...
La imagen del rascacielos es impactante.
Y todo es fugaz. Quizá por eso buscamos en los sueños.
Un abrazo
Ya que tienes el don de vivir en el viento, seguro que puedes ver en él los deseos que ella susurra por la noche, en su cuarto oscuro. Un saludo y espero que puedas visitarme.
lei otros versos tuyos, se leen, (no se si son las palabras pero son las que mas me acercan al sentir cuando te leo, elegantes y sensibles...), me gustan mucho.
saludos otra vez.
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