Llegó la noche, y por tanto la inutilidad del sueño
que no me defiende de nada.
Yo que necesito arroparme con los restos del sopor,
no encuentro sino tedio en este cine de sábanas blancas.
Navego por mares de plástico azul sin agitación alguna;
nada es. Falseo a tontas mi diario del sueño, nada nuevo;
me preparo para mi propio engaño que nada es en mí.
Soy tripulación de un sueño a la deriva ya viejo ya nada.
Pasa esto y pasa nada.
4 comentarios:
Pero siempre hay algo en el océano oscuro de la noche a lo que agarrarse como un náufrago. Un sueño o un recuerdo en forma de balsa. El imsomnio es una estación de madrugada, siempre de paso.
El insomnio...
Chapó... preciosas palabras.
Un bico.
Hibris
pasa que tus palabras dejan rastro
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