
Hoy, sin ser menos que otro día, agua de mayo,
vuela la mano mía, desdibujada flor, a tu encuentro.
Corre, se desvela, ronronea como escoba de bruja,
y llega sin más, sin brújula, a tus dedos aeroplanos.
Es lanza desorientada, herida no cerrada, prisión del alma,
sueño de oro que no reluce ni descansa sino levita y suspira.
Manos, dedos, falanges, yemas que a tu refugio van,
donde sé que nunca reposaré en la oscuridad de tus ojos.
Fotografía de Giedrius Varnas, White Rag
1 comentario:
Precioso...
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