Hoy el viento sopla y limpia los cielos,
calma con oficio los espíritus agitados
por la brevedad del día, y de asombro azul
yo lo miro.
Impasible se llevará las cosas de aquellos
que algo tienen, momentos de una sola vida.
Me encontrará asomado a la ventana abierta,
dando saltos por las azoteas de la vida, junto a la
ropa tendida que mece, vacía de cuerpo y nada.
Así, quien nada es nada tiene que temer al viento
ni a la palabrería de los elementos, porque de mí
nada viene ni nada va.
Ilustración de David Doubilet
1 comentario:
Bellas palabras. Y la imagen, ¡poderosísima!
Un saludo
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