Como si la noche me acunara entre sus brazos
y abriera mis ojos para no cerrarlos,
presto rápido huiría el sueño ya ausente de
este cuerpo mío que es puerto de tus silencios.
Y todo ha de partir de él sin remedio ni lastre alguno,
como si las paredes blancas fueran mundos opuestos
alcanzaría mi mano a coger el globo terráqueo, azul,
y mis dedos cansados de no tocarte, dispuestas las yemas,
dibujarían la silueta de tus formas mitad selva mitad
mar océano de paz agitada en la noche, oscuridad perceptible.
Cuarto y medio de mi vida,
en la misma medida todo viene y se va, se aleja de
este cuerpo mío, puerto de tus silencios.
Ilustración, Edward Hopper Habitación de hotel (1931)
1 comentario:
Me gustá mucho tu espacio,y te felicíto por la calidad de todo lo que colgas en el,confiezo que soy una seguidora de todo lo bueno y entre ello esta tu blog.
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