En la percepción clara de la noche me pregunto
qué provecho saco de ti.
Te miro a horas vacía en algunos,
en otros en cambio feliz con los ojos de infancia.
No soy otro que un esclavo asalariado en cuerpo y alma.
Y así ando en las cabezas y en las bocas,
en los subterráneos de los amantes que no tienen sentido.
Abdico luego de la conciencia.
Poco a poco entro en el camino de la perdición,
que para todos es el mismo,
sin vueltas atrás.
No duermo solo, he de decirlo.
Letras, símbolos mágicos me acompañan.
Combato a ultranza los espectros
que lentamente mueren.
qué provecho saco de ti.
Te miro a horas vacía en algunos,
en otros en cambio feliz con los ojos de infancia.
No soy otro que un esclavo asalariado en cuerpo y alma.
Y así ando en las cabezas y en las bocas,
en los subterráneos de los amantes que no tienen sentido.
Abdico luego de la conciencia.
Poco a poco entro en el camino de la perdición,
que para todos es el mismo,
sin vueltas atrás.
No duermo solo, he de decirlo.
Letras, símbolos mágicos me acompañan.
Combato a ultranza los espectros
que lentamente mueren.
Noche estrellada, ilustración de Antonio Conde
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