Si estoy dormido cómo es que ven mis ojos,
tocan mis manos y caminan mis pies;
cómo es que oigo la hojarasca tiritar en el camino.
Es todo demasiado bello,
la sabiduría de los niños, la mirada de la mujer,
tanto, que despertar no vale la pena.
¿Verdad, Gregorovius?,
los escritores, dijiste, son unos despistados.
Cuánta verdad en el juego que existe,
y que continúa.
1 comentario:
Los misterios de la vida...
Felices Fiestas, poeta.
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