
¡Respira hombre olvidado de la suerte!
¡Huye de la mera casualidad!
¡No te rindas ante la esperanza tardía!
Tus pasos, huellas de arena, tiempo doblado,
son ondas de navegante amor,
no tumbas en el olvido de fugitiva luz.
Sé, hombre olvidado de la suerte,
cama, diván, féretro de la amada,
viento eléctrico de jardín y tormentas.
Sé tú y todos los hombres en ti.
¡Vístete, vamos, de sobresalto!
¡Desangra tus manos en mis versos!
Sé la mirada en las caderas, oh amor,
oh vida, respira hombre olvidado.
Respira.
Suerte de amor, suerte de vida,
suerte de engaño, suerte de muerte,
amor entregado a tus huellas de paso.
Fotografía de Surfer Rosa
7 comentarios:
Hola!!
He llegado hasta aquí no sé muy bien como, pero me he parado a leer alguno de tus poemas y realmente me han conmovido.
Pasaré por aquí a menudo.
Saludos!
El amor, siempre es navegante ¿¿no??, de estar quieto sería ya costumbre o cualquier otra cosa que no fuese amor, el amor hay que respirarlo, como la suerte... :-)
Es un poema muy intrigante el que nos ofreces. Hay una sombra de un hombre, una sombra de una mujer...
No, no es un poema cualquiera, es un poema muy especial.
Sabes utilizar la forma como nadie en tu camino hacia el fondo. Tus poemas tienen mucho de maestría y también de soñador. Me encantó.
Besos desde mi orilla.
que bueno!!!
Parece un canto, una instigación a ser con pasión, a tomar lo más básico, el ser, el respirar... y restregarlo por encima de una vida que no conoce la suerte. Si uno/a no es el elegido de la fortuna, no queda otra que tomar la vida por los cuernos y ser.
A fin de cuentas, qué es la suerte?
Es una oda al renacimiento. Al sacudirse, al estornudo.
gracias.
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